Estimado profesor:
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La verdad es que hace tiempo que quería escribirte, pero es cierto que soy un poco vago con esto del e-mail, y ya una vez pasada la "resaca" del día del Orgullo, que tan importante ha sido en este año por ser referente europeo, aprovecho y te hago llegar estas líneas.
Tuve la oportunidad de ver el documental que sobre el "Orgullo" emitió Cuatro en días pasados, y me parece increíble poder seguir en televisión un programa de estas características que se aleje de los estereotipos habituales. Me sorprende aún más, la frescura y la naturalidad con la que hablaban sobre su sexualidad, los adolescentes de tu Instituto que aparecían el mismo. Reitero lo que ya te dije en su día, que me dan una sana envidia y que me alegro mucho de que ellos no hayan tenido que pasar por lo que pasamos algunos.
Este año me vi participando por primera vez en el desfile. Al principio, no lo tenía nada claro, pero al recordar que aún tenemos que seguir luchando por nuestros derechos (no nos podemos olvidar del recurso que interpuso el PP contra la ley del matrimonio homosexual) y del aumento de la agresiones homófobas, me decidí. Tengo 33 años, no me avergüenzo en absoluto de ser gay y de llevar 5 años de relación con mi pareja. Me siento muy orgulloso de mi condición y además, aunque ahora sea todo mucho más fácil, sigue habiendo muchos jóvenes que necesitan un referente positivo en sus vidas. Quiero contribuir con mi ejemplo a incentivar esa imagen de normalidad por la que se está luchando. Por otro lado, no me puedo olvidar de que para que yo haya llegado a este punto, mucho antes han dado la cara por mis derechos, sí también por mis derechos, muchas personas que han sufrido en sus carnes el desprecio y la indiferencia social. Te soy sincero si te digo que al terminar el desfile allá por las 00:30 h. en Plaza de España, después de muchos años, por fin me sentí una persona realizada y comprometida; la pena es no haberlo hecho antes pero me pudo el que dirán. Ya era hora de subsanarlo.
Tuve la oportunidad de ver el documental que sobre el "Orgullo" emitió Cuatro en días pasados, y me parece increíble poder seguir en televisión un programa de estas características que se aleje de los estereotipos habituales. Me sorprende aún más, la frescura y la naturalidad con la que hablaban sobre su sexualidad, los adolescentes de tu Instituto que aparecían el mismo. Reitero lo que ya te dije en su día, que me dan una sana envidia y que me alegro mucho de que ellos no hayan tenido que pasar por lo que pasamos algunos.
Este año me vi participando por primera vez en el desfile. Al principio, no lo tenía nada claro, pero al recordar que aún tenemos que seguir luchando por nuestros derechos (no nos podemos olvidar del recurso que interpuso el PP contra la ley del matrimonio homosexual) y del aumento de la agresiones homófobas, me decidí. Tengo 33 años, no me avergüenzo en absoluto de ser gay y de llevar 5 años de relación con mi pareja. Me siento muy orgulloso de mi condición y además, aunque ahora sea todo mucho más fácil, sigue habiendo muchos jóvenes que necesitan un referente positivo en sus vidas. Quiero contribuir con mi ejemplo a incentivar esa imagen de normalidad por la que se está luchando. Por otro lado, no me puedo olvidar de que para que yo haya llegado a este punto, mucho antes han dado la cara por mis derechos, sí también por mis derechos, muchas personas que han sufrido en sus carnes el desprecio y la indiferencia social. Te soy sincero si te digo que al terminar el desfile allá por las 00:30 h. en Plaza de España, después de muchos años, por fin me sentí una persona realizada y comprometida; la pena es no haberlo hecho antes pero me pudo el que dirán. Ya era hora de subsanarlo.
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Un abrazo y muchas gracias por dejarme compartir esta reflexión. Javier
Un abrazo y muchas gracias por dejarme compartir esta reflexión. Javier
