.Alumnos colaboradores en las actividades de sensibilización del Programa de Tutoría GLBT. Curso 2008 - 2009
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Las Leyes de la Igualdad, aprobadas en la pasada legislatura, convirtieron a nuestro país en un referente mundial de primer orden en el respeto y protección de los derechos GLBT. Sin embargo, el innegable valor pedagógico de estas normas no ha ido acompañado de medidas educativas que posibilitaran un cambio efectivo en los centros escolares. El heterosexismo dominante en los institutos españoles provoca que el discurso académico esté cada vez más alejado de una sociedad plural que entreteje hoy sus relaciones afectivas con nuevos modelos de convivencia, distintos al tradicional, y que exige de la Administración Educativa una consideración hacia las otras familias. La escuela de hoy sigue negado, mayoritariamente, una realidad que afecta a una parte importante del alumnado, que no se siente reconocido en la orientación sexual dominante, y que se ve obligado a “construir” su identidad - sin referentes educativos - en entornos dominados por la ignorancia, los prejuicios y el miedo. El muro de silencio que genera el heterosexismo, a edades tan tempranas, convierte a los adolescentes homosexuales, bisexuales y transexuales, en un grupo especialmente vulnerable que se verá obligado a transitar hacia la vida adulta desde la ocultación afectiva y en clara desventaja con sus compañeros heterosexuales. La invisibilización de esta realidad desencadena frecuentemente actitudes homófobas y comportamientos violentos entre los escolares. El aspecto más dramático de este déficit lo constituyen habitualmente aquellos estudiantes que se atreven a romper con los rígidos roles de género y que son, por tanto, objeto continuado de acoso escolar. La homofobia legitima las desigualdades en el entorno educativo y la indefensión más absoluta de sus víctimas, en una etapa crucial en la que se forjan los ideales de vida. El proyecto de Tutoría de Atención a la Diversidad Afectivo Sexual del Instituto “Duque de Rivas” intenta paliar este déficit democrático con iniciativas como la que hoy os presentamos para dignificar a un alumnado invisible que desde su silencio nos pide respeto y consideración hacia su hecho diferencial.
Las Leyes de la Igualdad, aprobadas en la pasada legislatura, convirtieron a nuestro país en un referente mundial de primer orden en el respeto y protección de los derechos GLBT. Sin embargo, el innegable valor pedagógico de estas normas no ha ido acompañado de medidas educativas que posibilitaran un cambio efectivo en los centros escolares. El heterosexismo dominante en los institutos españoles provoca que el discurso académico esté cada vez más alejado de una sociedad plural que entreteje hoy sus relaciones afectivas con nuevos modelos de convivencia, distintos al tradicional, y que exige de la Administración Educativa una consideración hacia las otras familias. La escuela de hoy sigue negado, mayoritariamente, una realidad que afecta a una parte importante del alumnado, que no se siente reconocido en la orientación sexual dominante, y que se ve obligado a “construir” su identidad - sin referentes educativos - en entornos dominados por la ignorancia, los prejuicios y el miedo. El muro de silencio que genera el heterosexismo, a edades tan tempranas, convierte a los adolescentes homosexuales, bisexuales y transexuales, en un grupo especialmente vulnerable que se verá obligado a transitar hacia la vida adulta desde la ocultación afectiva y en clara desventaja con sus compañeros heterosexuales. La invisibilización de esta realidad desencadena frecuentemente actitudes homófobas y comportamientos violentos entre los escolares. El aspecto más dramático de este déficit lo constituyen habitualmente aquellos estudiantes que se atreven a romper con los rígidos roles de género y que son, por tanto, objeto continuado de acoso escolar. La homofobia legitima las desigualdades en el entorno educativo y la indefensión más absoluta de sus víctimas, en una etapa crucial en la que se forjan los ideales de vida. El proyecto de Tutoría de Atención a la Diversidad Afectivo Sexual del Instituto “Duque de Rivas” intenta paliar este déficit democrático con iniciativas como la que hoy os presentamos para dignificar a un alumnado invisible que desde su silencio nos pide respeto y consideración hacia su hecho diferencial.
