55

55

e

654

9

iniciativas que educan

7

lgm

lgm

das

29

21

BULLYING

65

elsa

MAXIMO POTENCIAL

quiero

mandela

mandela

23

23

NR

NR

POESÍA

POESÍA




esc

CORTO

* MARIO ALONSO PUIG: "LA FELICIDAD ES DESCUBRIR EN LA VIDA EL SENTIDO DE NUESTRA EXISTENCIA" *


MEDITACIÓN Y RELAJACIÓN

domingo

HISTORIAS DE TUTORÍA 15

No sabes cuanto te agradezco que seas la primera persona a la que le puedo contar mi secreto. Mi mayor desgracia es haber crecido en un ambiente retrogrado y poco tolerante, con un padre facha que demonizaba constantemente a los homosexuales. Cuando descubrí mi orientación sexual, lo primero que hice fue negarla; consideré que podía tratarse de una etapa pasajera, con una atracción puntual hacia personas de mi mismo sexo, pero sin mayor importancia.
El paso del tiempo me hizo ver lo equivocado que estaba. Sin embargo, no lo quería reconocer. Sabía la profunda decepción que este hecho causaría en mi familia, amigos y compañeros de clase. Opté por ocultarlo. Salí con varias chicas hasta que ocurrió un problema importante... Así que decidí, darlo por imposible.
Ahora viene lo peor:
Al ver que no tiene solución, no sabes qué hacer. Te distancias de tus amigos... y poco a poco los vas perdiendo. Y lo peor de todo es que yo lo deseo, así al menos no los decepciono. La gran mayoría, por no decir todos, están en contra de los gays y sueltan comentarios como: "a todos los maricones había que llevarlos a una isla desierta y que se den por...". Supongo que lo dicen porque si están a favor de los homosexuales les tachan de lo mismo. Por esa razón decidí distanciarme de ellos, lo que me lleva a entrar en una depresión en la que cada día que pasa va a peor. Falto mucho a clase y no sé cómo salir de ella... La solución parece muy fácil: contarle lo que siento a todo el mundo y punto. Yo sin embargo, no lo veo así. No quiero decepcionar a mi familia, así que estoy pensando en irme a trabajar a otro país donde no me conozca nadie; empezar una nueva vida y desconectar de todo el mundo. Esta es mi historia. Me he quitado un peso de encima contándote todo esto. Gracias por escucharme. Te estoy realmente agradecido.
.
Fernando (Córdoba)
.
Gracias Fernando por confiarte de un modo tan personal.
El 30 de junio de 2005, gays y lesbianas, obtuvimos el reconocimiento de nuestros derechos ciudadanos al aprobarse la ley que permite el matrimonio homosexual. Me emociono al recordar la inmensa felicidad que este hecho provocó entre los activistas que en aquel momento ocupábamos la tribunas del Congreso de los Diputados. Protagonizábamos un hecho histórico; un momento único e irrepetible. De algún modo, se nos devolvía la dignidad tantas veces vituperada. Nos reconciliábamos con la sociedad y recibíamos un emotivo homenaje de las instituciones democráticas. Se nos reconocían en definitiva, los derechos enunciados en el artículo 14 de nuestra Constitución. Atrás quedaban leyes tan funestas como la de "vagos y maleantes" o la de "peligrosidad social" que tantos derechos conculcaron. Sin embargo, desde los púlpitos, una confesión omnipresente en la sociedad española, que proclama como paradigma "el amor al hombre", se dedicó durante aquellas jornadas a amplificar su mensaje sectario sacando de sus cuarteles de invierno a obispos, curas y monjas, para protagonizar la única manifestación en la que hasta ahora han participado, aliándose con los herederos naturales de la dictadura, el llamado franquismo sociológico, en contra de los derechos civiles de un colectivo tradicionalmente estigmatizado. Yo, al igual que tú, también oculté - durante demasiado tiempo - mi orientación sexual, por temor al rechazo o por evitar un sufrimiento innecesario a la familia. Sin embargo, la vida que es muy sabia nos enseña con el paso del tiempo, que cada cual termina por construir su existencia como le place, sin mayores consideraciones. Sólo se vive una vez, y el derecho a la felicidad no se le puede negar a nadie. El movimiento pendular de la historia, con sus luces y sobras, nos invita a construir un Estado más justo y equitativo, reconociendo en los hechos diferenciales la riqueza de una sociedad plural. Aislarte, puede ayudarte a poner puntualmente en orden tus ideas, pero no puede ser un recurso habitual ni duradero en el tiempo. Amigo, no es el que se convierte en el eco de tu propia voz. Con un amigo puedes discrepar. Del mismo modo que tú quieres y respetas a los heterosexuales, también puedes ganar su respeto desde la autenticidad. Te sorprenderás al comprobar el rechazo de unos, pero y sobre todo, la aceptación de otros. Antes de dar ese paso definitivo, me parece oportuno sugerir que leas alguno de los libros recomendados en la etiqueta "educación" de este blog; te ayudarán a construir un discurso más personal y a combatir la homofobia interiorizada que tanto daño causa. Respecto a la familia, no te expongas si temes una reacción muy virulenta por parte de tu padre. Tú le conoces mejor que nadie. Estoy seguro que desea tu felicidad pero su sistema de valores no concuerda con tus ideales de vida. Intenta comprender sus limitaciones, también él es víctima del heterosexismo y del prejuicio social. La clave del futuro que ansías está en tu desarrollo personal. No necesito decirte qué puedo pensar si sigues faltando a clase... El colaborar con alguna asociación GLBT te ayudaría a socializar tu realidad con iguales y al mismo tiempo descubrirías el efecto terapéutico del altruismo. Es esencial aprender a quererse para mejorar la autoestima... Mirarte cada día en el espejo de la vida y descubrir la fuerza del ser humano que habita en tu interior. Me pareces un tipo formidable. Me ha encantado tu exposición. Una reflexión ponderada como la que has realizado, constituye el primer paso para construir una existencia singular que vivirás feliz, si consigues despojarte del miedo a la ignominia, a los prejuicios y al rechazo social. Saludos. J.