El niño canta;
el niño juega;
el niño pregunta:
¡Papá!¡Mamá!...
¿Cómo se llama esto?
¿Cómo se llama lo otro?
¿Cómo se llama aquello?
¡Decidme!
¿Por qué no os reís casi nunca?
El niño es travieso,
a él no le gusta el potaje,
prefiere uvas y queso.
El niño no estudia;
el niño pide un beso.
Ya casi nadie le escucha
ni responde a su pregunta.
El niño ya no tiene alegría,
tampoco tiene buena junta.
el niño juega;
el niño pregunta:
¡Papá!¡Mamá!...
¿Cómo se llama esto?
¿Cómo se llama lo otro?
¿Cómo se llama aquello?
¡Decidme!
¿Por qué no os reís casi nunca?
El niño es travieso,
a él no le gusta el potaje,
prefiere uvas y queso.
El niño no estudia;
el niño pide un beso.
Ya casi nadie le escucha
ni responde a su pregunta.
El niño ya no tiene alegría,
tampoco tiene buena junta.
.
Luis Cárdenas