Nathan Baidez, un joven de 20 años,
publica un ensayo sobre los homosexuales y transexuales
que sufrieron el oprobio social durante la dictadura
Nathan Baidez
NOTA DEL AUTORDurante muchos años hablar de la represión franquista ha sido un ejercicio tabú, gracias, en gran parte, a una transición en la que se pactó olvidar el dolor. Pero algo se les escapó a esos grandes mandatarios y es que, pese a ser muy duro, como diría Luis Cernuda, “volver a los lugares por los que cruzó el llanto”, es ante todo un ejercicio de democracia. Necesitamos desempolvar esas leyes, denuncias, partes carcelarios y demás escritos tintados de odio y faltos del espíritu católico del que tanto se vanagloriaban los españoles “de bien”, para poder otorgar el lugar que se merecen a tantas personas maltratadas por el régimen. El papel franquista huele a sufrimiento, a desgarro y sobre todo, a silencio. Huele al silencio de los que fueron relegados a acatar los mandatos de impíos gobernantes y las costumbres de la timorata sociedad de la época. De ahí nace la idea de realizar mi estudio sobre la represión homosexual en el franquismo y es que, si la represión política fue olvidada, la represión social habitaba en el último rincón del olvido. Durante los últimos años algunos escritores han aportado importantísimos trabajos de investigación sobre el período y yo he pretendido aportar un granito de arena en esta noble tarea, porque estoy convencido de que “somos nuestra historia”.
“Vagos, maleantes… y homosexuales” analiza dos ejes fundamentales de la represión franquista: la legislación y la medicina, que sirven para intentar esclarecer lo que había tras la represión sexual en la sociedad patria. Les animo a su lectura.