Estimado tutor:
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Después de haber leído tu correo me encuentro como renovado, como si hubiera echado para afuera un gran peso y sobre todo después de haber tenido el valor de escribirte el mío. Llevaba ya mucho tiempo viviendo con melancolía pero este fin de semana mi humor ha cambiado bastante. He estado más alegre y más abierto. Hablaba más con mis padres (incluso con el mío, que hacía casi un año que ni siquiera le miraba a la cara y le contestaba enfadado). Siento, aunque parezca una tontería, que la sangre me circula más rápido, y más confiado de mi mismo, que en este mundo, algo que apenas nunca había experimentado. La verdad es que haberlo soltado me ha cambiado. Estoy seguro que a los alumnos que van a la tutoría les pasará lo mismo. ¿Cuánta gente va?. Ahora me resulta increíble el que haya podido contarle por primera vez a alguien que soy gay. No sé si lo que habrá ayudado es la lejanía (vivo en la isla de El Hierro) o ha sido algo espontáneo, sin llegar a planteármelo. ¿Qué es lo que le sucede a uno que sale del armario definitivamente? Mantendré el contacto. Roberto
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SALIR DEL ARMARIO
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Resulta inevitable si quieres vivir con autenticidad tu orientación sexual. De algún modo sientes que vulneras la confianza que los demás depositan en ti al ocultar tu universo afectivo. Pero para salir, primero hay que entrar... y yo me pregunto: ¿quién te metió en ese armario?
La sociedad en su conjunto, con sus presupuestos heterosexistas, con sus roles de género, con sus arquetipos y con sus prejuicios. También, un sistema educativo que ningunea a un sector importante del alumnado fuertemente invisibilizado, que no atiende a sus demandas y que mira hacia otro lado cada vez que se producen actos homófobos.
Querido Roberto: tú como yo, somos víctimas del patriarcado. Heredamos el estigma que conlleva la homosexualidad, y eso, a veces, nos genera sentimientos de baja autoestima. Por eso es importante querernos bien. Lo suficiente, como para combatir desde la razón y con inteligencia, a quienes desean perpetuar un sistema de desigualdades.
El eje del mal es heterosexista. Nosotros, no tenemos ningún inconveniente en que una pareja heterosexual construya su vida como le venga en gana. Sin embargo, hay un sector conservador que se siente vulnerado cada vez que una pareja del mismo sexo demanda igualdad de derechos. Es la ley del embudo: ancho para ellos y estrecho para nosotros.
El silencio nos convierte en cómplices. Por eso, debemos luchar por nuestros ideales con sólidos conocimientos. A buen seguro, que Tú con lo ilustrado que me pareces, encontrarás en bibliografía específica sobre temática GLBT, argumentos más que sobrados para construir un discurso mucho más personal y liberalizador.
"Salir del armario" es una experiencia única e irrepetible. Antes de tomar esa decisión, debes valorar concienzudamente los efectos que pueda causar en tu entorno. Procura ser sutil a la hora de plantearlo. Busca antes, un aliado de plena confianza que pueda ayudarte a amortiguar el golpe, si tus padres reaccionan negativamente. A la larga, esta decisión te ayudará a vivir tu vida desde la autenticidad, con coherencia y con la satisfacción de que has tomado el camino correcto.
Resulta inevitable si quieres vivir con autenticidad tu orientación sexual. De algún modo sientes que vulneras la confianza que los demás depositan en ti al ocultar tu universo afectivo. Pero para salir, primero hay que entrar... y yo me pregunto: ¿quién te metió en ese armario?
La sociedad en su conjunto, con sus presupuestos heterosexistas, con sus roles de género, con sus arquetipos y con sus prejuicios. También, un sistema educativo que ningunea a un sector importante del alumnado fuertemente invisibilizado, que no atiende a sus demandas y que mira hacia otro lado cada vez que se producen actos homófobos.
Querido Roberto: tú como yo, somos víctimas del patriarcado. Heredamos el estigma que conlleva la homosexualidad, y eso, a veces, nos genera sentimientos de baja autoestima. Por eso es importante querernos bien. Lo suficiente, como para combatir desde la razón y con inteligencia, a quienes desean perpetuar un sistema de desigualdades.
El eje del mal es heterosexista. Nosotros, no tenemos ningún inconveniente en que una pareja heterosexual construya su vida como le venga en gana. Sin embargo, hay un sector conservador que se siente vulnerado cada vez que una pareja del mismo sexo demanda igualdad de derechos. Es la ley del embudo: ancho para ellos y estrecho para nosotros.
El silencio nos convierte en cómplices. Por eso, debemos luchar por nuestros ideales con sólidos conocimientos. A buen seguro, que Tú con lo ilustrado que me pareces, encontrarás en bibliografía específica sobre temática GLBT, argumentos más que sobrados para construir un discurso mucho más personal y liberalizador.
"Salir del armario" es una experiencia única e irrepetible. Antes de tomar esa decisión, debes valorar concienzudamente los efectos que pueda causar en tu entorno. Procura ser sutil a la hora de plantearlo. Busca antes, un aliado de plena confianza que pueda ayudarte a amortiguar el golpe, si tus padres reaccionan negativamente. A la larga, esta decisión te ayudará a vivir tu vida desde la autenticidad, con coherencia y con la satisfacción de que has tomado el camino correcto.
Recuerda: "Hoy es el primer día de los días que te quedan por vivir"
Recibe un fuerte abrazo.
