MARTA ALTUNA - EUROPA PRESS
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El ministro de Educación británico, Alan Johnson, dijo que las agencias de adopción de la Iglesia no serán una excepción en el cumplimiento de las leyes. Las iglesias anglicana y católica han escrito a las autoridades británicas asegurando que podrían cerrar sus agencias de adopción si las leyes les obligaran a ofrecer niños para ser adoptados por padres homosexuales. Johnson indicó que hacer una excepción con la Iglesia "sería simplemente una discriminación". "No creo que haya ningún camino que permita una exención", declaró. Por su parte, un portavoz de Downing Street declaró que continúan las conversaciones sobre este tema. El ministro de Educación señaló que no cree que el primer ministro británico, Tony Blair, se haya mostrado a favor de una exención. Asimismo, la prensa indica que la ministra para las Comunidades, Ruth Kelly, podría presentar su dimisión sobre este asunto. Kelly es una devota católica aunque al ocupar su puesto dijo que sus creencias no iban a impedir que luchara en contra de la discriminación. "Ruth ha tratado de encontrar una salida sobre este asunto y este es su trabajo", señaló Johnson. El líder de la Iglesia anglicana, el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, y el arzobispo de York, John Sentamu, escribieron al primer ministro asegurando que "el derecho de la conciencia no puede estar sujeto a la legislación". La ley de igualdad, que entrará en vigor en abril en Inglaterra, Gales y Escocia criminaliza la discriminación en base a la orientación sexual. Los arzobispos dicen que muchas personas que realizan trabajos voluntarios están motivados por orientaciones religiosas y que en la actualidad ya existen excepciones a las leyes como por ejemplo doctores del servicio de la seguridad social que se niegan a practicar abortos. "Legislando para proteger y promover los derechos de algunos grupos particulares, el Gobierno se enfrenta al reto delicado pero importante de no crear las condiciones para que otros consideren que sus derechos han sido ignorados o sacrificados o que se ponga en riesgo su derecho de conciencia", aseguran en la carta. Por su parte, la Iglesia católica indicó que sus creencias implican que no pueden dar estos niños a parejas gays y asegura que obligarles a actuar en contra de sus creencias sería discriminatorio. El cardenal O'Connor cree que las enseñanzas de la Iglesia católica sobre las bases de la familia descartan la posibilidad de que estas personas puedan adoptar." Creemos que no sería razonable, que sería innecesario, injusto y discriminatorio contra los católicos si el Gobierno insiste en su idea de que si queremos continuar trabajando con las autoridades locales, las agencias católicas deben actuar contra las enseñanzas de la Iglesia y en contra de su propia conciencia estando obligados por ley a ofrecer este tipo de servicio", declaró.
