55

55

e

654

9

iniciativas que educan

7

lgm

lgm

das

29

21

BULLYING

65

elsa

MAXIMO POTENCIAL

quiero

mandela

mandela

23

23

NR

NR

POESÍA

POESÍA




esc

CORTO

* MARIO ALONSO PUIG: "LA FELICIDAD ES DESCUBRIR EN LA VIDA EL SENTIDO DE NUESTRA EXISTENCIA" *


MEDITACIÓN Y RELAJACIÓN

sábado

LIBRO RECOMENDADO


Lo más importante según Laurent Gounelle es "evolucionar para tener una vida acorde con los valores y los deseos, sin limitarse ni estar en función de los propios miedos o de los discursos negativos de los demás". Para esto, sin embargo, no hay necesidad de vivir lo mismo que el protagonista de No me iré sin decirte adónde voy, el nuevo libro de este autor francés, que lleva ocho semanas en el primer lugar en ventas.
¿Cómo explicar este éxito? Por la forma del libro. En una estructura novelesca se teje una trama detrás de la cual el lector va descubriendo, poco a poco, temas que se acercan a la superación. Gounelle habla del "poder metafórico de la novela". Para él, "una guía de superación va únicamente dirigida a lo racional, mientras que esta novela se dirige tanto a lo racional como a lo emocional".
Por otro lado, al autor no le interesa que el público aborde su libro como una obligación, creyendo que hay que leerlo porque le va a ayudar. No, Gounelle busca brindar el placer de descubrir una historia a través de la cual también puedan descifrar cosas sobre ellos mismos y sus vidas.
Alan -el protagonista- decide acabar con su vida lanzándose de la Torre Eiffel, pero justo antes de hacerlo aparece un hombre que le propone ayudarlo a resolver sus problemas a cambio de que haga todo lo que él le indique. Este misterioso personaje irá proponiéndole a Alan una serie de pruebas que lo harán redescubrir el gusto por la vida.
El elemento catalizador de la desgracia del protagonista es una decepción amorosa. En efecto, gracias al amor el personaje se sintió feliz por primera vez en su vida y salió de un estado de continua tristeza que para él resultaba normal. Pero luego de descubrir este sentimiento, la tristeza y el dolor fueron insoportables.
Para el escritor francés, "una de las cosas más útiles en la vida es aprender a liberarse de todo lo que nos da miedo para ir hacia el amor". Junto al amor está la libertad: "Pienso que en la mayoría de la gente hay una ilusión de libertad que se ve reflejada en las decisiones que se toman a diario. Cada cual debe definir una escala de valores y preguntarse si esas decisiones encuentran su lugar y, si no, reconsiderar sus elecciones".
Gounelle también hace énfasis en que la sociedad establece criterios arbitrarios que exigen corresponder a una imagen tanto física como de comportamiento, y muestra cómo, para responder a un patrón, se deja de ser uno mismo. "Hay que deshacerse de este tipo de relación con los demás, para privilegiar las relaciones con personas cuya mirada, escucha y consejo sean enriquecedores y útiles para una construcción personal sólida", explica.
El trabajo, agobiante
En la vida, el universo del trabajo juega un papel esencial y este es otro de los ejes de la trama: Alan tiene un trabajo que lo perturba. Al autor le parece "inaceptable que una persona pase ocho horas al día en un estado negativo, porque tiene un trabajo que lo agobia, y se resigne a esperar el fin de semana, las vacaciones o la jubilación". Según él, ser feliz debe ser un estado constante.
Fue esa convicción la que lo hizo cambiar de trayecto y salirse de lo que él llama "el modelo parental". "Hice una larga carrera, tuve un buen trabajo, solo que la felicidad nunca estuvo en el orden del día", explica Gounelle, quien también cuenta cómo su vida se transformó al cambiar de campo laboral: se convirtió en alguien satisfecho de sí mismo, pasó de ser un joven "enfermizamente tímido" a una persona extrovertida y segura. "Es, sin duda, porque viví este tipo de evolución que sé que es posible, y siento la necesidad de compartir mi experiencia con los demás", concluye.
Apasionado por la psicología
Gracias a varios cuestionamientos de la vida laboral, Gounelle (L'Hay-les-Roses, 1966) decidió cambiar la economía por la psicología. Estudió las teorías sobre la psicoterapia breve del psiquiatra estadounidense Milton Erickson, así como las de programación neurolingüística que se desarrollaron en Estados Unidos durante los años 70