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elsa

MAXIMO POTENCIAL

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mandela

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NR

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POESÍA

POESÍA




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CORTO

* MARIO ALONSO PUIG: "LA FELICIDAD ES DESCUBRIR EN LA VIDA EL SENTIDO DE NUESTRA EXISTENCIA" *


MEDITACIÓN Y RELAJACIÓN

jueves

¿ES POSIBLE LA FELICIDAD?





En uno u otro momento de la vida, todos nos hemos cruzado con seres que respiran felicidad. Esa felicidad parece impregnar cada uno de sus gestos, cada una de sus palabras, con una calidad y una amplitud que es imposible no notar. Algunos declaran sin ambigüedad, aunque también sin ostentación, que han alcanzado una felicidad que perdura en lo más profundo de sí mismos, sean cuales sean las vicisitudes de la existencia.
Aunque semejante estado de plenitud estable se da en casos contados, las investigaciones en el campo de la psicología social han establecido (después hablaremos más a fondo de ello) que, si las condiciones de vida no son demasiado opresivas, la mayoría de las personas se declaran satisfechas de la calidad de su existencia (una media de un 75 por ciento en los países desarrollados). Así pues, formarían parte de aquellas para las que, según la definición de Robert Misrahi, “la felicidad es la forma y la significación de conjunto de una vida que se considera reflexivamente a sí misma plena y significativa, y que se siente a sí misma como tal”.
Sería inútil dejar a un lado estos estudios y sondeos que reflejan la opinión de cientos de miles de personas preguntadas a lo largo de varias décadas. No obstante, es lícito cuestionar la naturaleza de la felicidad a la que se refieren los sujetos interrogados. En realidad, su felicidad se mantiene de forma relativamente estable sólo porque las condiciones materiales de vida en los países desarrollados son, en general, excelentes. En cambio, es esencialmente frágil. Si una de esas condiciones falla de repente, a causa de la pérdida de un ser querido o del trabajo, por ejemplo, ese sentimiento de felicidad se derrumba. Además, declararse satisfecho de la vida porque objetivamente no hay ninguna razón para quejarse de las condiciones en las que se vive (de todos los países estudiados, parece que Suiza es donde hay más personas “felices”) no impide en absoluto sentirse a disgusto en lo más profundo de uno mismo.
Esta distinción entre bienestar exterior e interior explica la contradicción aparente de estos estudios  con la afirmación del budismo según la cual el sufrimiento está omnipresente en el universo. Hablar de omnipresencia no significa que todos los seres sufran constantemente, sino que son vulnerables a un sufrimiento latente que puede surgir en cualquier momento y seguirán siéndolo mientras no se eliminen los venenos mentales que originan la desgracia.