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POESÍA

POESÍA




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CORTO

* MARIO ALONSO PUIG: "LA FELICIDAD ES DESCUBRIR EN LA VIDA EL SENTIDO DE NUESTRA EXISTENCIA" *


MEDITACIÓN Y RELAJACIÓN

martes

EN LA PICOTA

Uno de cada tres niños
da sus datos personales en Internet
...
P. RODRÍGUEZ - LA RAZÓN...
La velocidad con la que se multiplica la oferta de contenidos en la Red es inversamente proporcional al peligro que corren los usuarios que, además, están desprotegidos por la ley, que no entra a regular hasta varios años después. Así, las estadísticas comienzan a ser preocupantes: uno de cada tres menores ofrece sus datos personales en internet (teléfono, dirección o sus fotos); las denuncias por «ciberbullying» (acoso escolar en internet) se han multiplicado por 20 en 2009; el «grooming» o acoso sexual, crece a un ritmo del 10 por ciento anual, según estadísticas manejadas por la Unión Europea; y el 10 por ciento de los jóvenes son adictos a internet. Con un panorama tan sombrío, ¿cuál es la solución? Según todos los expertos, la única vía es un uso responsable impulsado desde las instituciones, pero con un papel fundamental de los padres. Y es que los problemas a los que se enfrentan no son pocos. Para Guillermo Cánovas, presidente de la ONG Protégeles, hay que diferenciar cinco apartados. En primer lugar, los contenidos. Todos los chavales pueden acceder a información ilegal e inapropiada que puede llegar a ser peligrosa y perjudicial para ellos. Entre estos contenidos están las páginas proanorexia y bulimia. En segundo lugar, Cánovas alerta de la facilidad con la que ponen en la red datos personales en las redes sociales, chats o en el correo electrónico como el número de teléfono, su dirección o fotos. El tercer aspecto son las situaciones conflictivas como el «grooming» (acoso sexual) o el «bullying» (acoso en las aulas). Los acosadores sexuales suelen hacerse pasar por adolescentes para contactar con menores y, después de ganarse su confianza, lograr que les envíen fotografías pornográficas. Esta semana la Brigada Tecnológica de la Policía ha detenido a un internauta que había acosado de manera agresiva a 70 menores. Uno de ellos, estonio, no pudo con la presión y se suicidó. En cuanto al «ciberbullying», se ha detectado un incremento notable en los últimos años y más peligroso que el de las escuelas. Cuando cuelgan en internet una imagen, la víctima puede pasar de ser acosada por una persona a 400. «Cuando el material llega a la red perdura en el tiempo y no hay manera de hacerlo desaparecer», lamentó. El cuarto fenómeno detectado es la adicción. Según Cánovas, no tiene que ver con el tiempo que se dedica a «navegar», sino al uso que se hace. Se calcula que el 10 por ciento de los usuarios tienen algún tipo de adicción. Por último, aparece un fenómeno nuevo: los menores ciberdelincuentes. Para el presidente de Protégeles, cada vez hay más menores ciberdelincuentes por «desconocimiento de la legislación o de las consecuencias de sus actos. Creen que las conexiones son anónimas y no se les puede detectar. Entonces aprovechan para amenazar a terceros, a calumniar e injuriar». Asimismo, añadió, «los menores también cometen delitos relacionados con la usurpación de la identidad (se hacen pasar por otra persona), la propiedad intelectual (copia de textos y de imágenes protegidas por derechos de autor) o hacer apología del racismo y la xenofobia». «Para acabar con esto hay que atacar el problema desde la raíz y comenzar por la educación en las escuelas, la formación de profesores y padres e incluirlo en los planes de estudio», concluyó.«Es necesario un libro blanco» El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, considera que internet es «una herramienta pero con peligros». Canalda alertó de que «los menores no son conscientes de que intercambiar fotos puede ser un juego divertido, pero deben saber que ese alguien que dice ser una niña puede ser un señor. Así se empieza, y se acaba con chantajes o extorsiones». Para el Defensor del Menor, «los padres no deben prohibir, pero sí hablar con ellos para explicarles cómo usar la herramienta y darle unas pautas». Según Canalda, «lo más complicado es superar la brecha digital entre padres e hijos. Ha llegado la hora de incluir en el currículo escolar la asignatura de Nuevas Tecnologías. Tiene que haber profesores formados para ayudar a los hijos. Hay que hacer un esfuerzo entre todos y elaborar un libro blanco que nos ayude a mejorar».