El impacto negativo que la homofobia ejerce sobre jóvenes y adolescentes (incluso si ésta no alcanza niveles de acoso o de agresión física) tiene unas consecuencias que pueden perdurar toda la vida. Todo adolescente tiene derecho a vivir en un entorno social, familiar y escolar protegido y libre de amenazas, pero esto no sucede con los jóvenes GLBT. Durante el proceso de integración de la identidad gay o lésbica, los referentes inmediatos suelen ser básicamente heterosexuales. Esto puede generar cierto sentimiento de confrontación con una realidad inflexible hacia la diversidad sexual. La interiorización de mensajes heterosexistas puede provocar en los jóvenes GLBT importantes secuelas psicológicas. Esto no quiere decir que la mayoría de ellos no consigan reestructurar y reconstruir satisfactoriamente su proceso identitario gay o lésbico e integrarlo positivamente en sus vidas. Pero sí que no todos lo logran, y que incluso aquellos que lo consiguen, requieren un sobreesfuerzo que los sitúa en una posición de extrema vulnerabilidad.
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Comisión de Educación de COGAM