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lgm

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elsa

MAXIMO POTENCIAL

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mandela

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NR

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POESÍA

POESÍA




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CORTO

* MARIO ALONSO PUIG: "LA FELICIDAD ES DESCUBRIR EN LA VIDA EL SENTIDO DE NUESTRA EXISTENCIA" *


MEDITACIÓN Y RELAJACIÓN

jueves

LA HOMOFOBIA INTERNALIZADA

RAFAEL SÁNCHEZ ZANELLA
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La homofobia internalizada es la forma de autocastigarnos por permitirnos vivir y pensar como dicen los demás que no debemos. Tiene su raíz en los prejuicios sociales y familiares que nos rodean, que de tanto oírlos y temerlos, acabamos por aceptar consciente o inconscientemente. Una mentira repetida muchas veces acaba por parecer verdad, y este es el mejor ejemplo. Si no se lucha por desmitificar estas ideas erróneas, acabaremos por asimilarlas dándoles una validez tácita, llenando nuestra vida de amargura y complejos, y de miedos y temores profundos. Desde la más tierna infancia advertimos que aquello que sentimos y deseamos, es denostado por el mundo de los adultos, y nos resignamos por incapacidad cognitiva. Nuestra verdad no coincide con la realidad, con la otra verdad, la de las mayorías. Para sobrevivir inventamos mundos paralelos. Los adolescentes homosexuales, también intentan hoy asumirse y crecer, en medio de conflictos que les impiden madurar. Unos se encierran en el más completo mutismo, esperando su momento maquiavélicamente; otros se vuelven camaleones en el arte del camuflaje; algunos más se pierden a sí mismos, con la más terrible y precoz de las rebeldías, y se van de casa truncando su futuro o alcanzándolo con dolorosos esfuerzos; muchos más se quedan en el camino a causa de drogas, alcohol, prostitución, delincuencia y sida, porque entran sin preparación a un mundo desconocido. Creemos que somos lo que los demás dicen que somos, y no es así. Nos mienten continuamente, y por desgracia nos damos cuenta, cuando ya han pasado los mejores años de nuestra vida. Esta desvalorización provocada por miedos que asumimos como reales nos vuelve vulnerables, y nos llena de fracasos en todo lo que proyectamos y deseamos. Pensamos que no valemos, que no merecemos nada. Creemos que no podremos contar con una profesión, que no podremos destacar en nada, que no amaremos ni seremos queridos... que moriremos solos. No necesariamente debe ser así. Lo que nos permite desarrollarnos como personas, en todos los aspectos, depende en buena medida de una correcta elección en el plano sexual y afectivo. La frustración y desvalorización personal nos hace odiar nuestra orientación sexual. Creemos que la homosexualidad es la culpable de nuestras desgracias. Nada más falaz; es lo que nos han hecho creer. En realidad, la naturaleza sexual de las personas no causa problemas, éstos surgen como consecuencia de los mitos creados a lo largo de la historia de la humanidad, por la manipulación de quienes se creen atávicamente portadores de la verdad absoluta en el plano moral, religioso, psicológico y sociopolítico. Estamos inmersos en un círculo vicioso del que parece que no podremos salir. El autoestigma conforma el nudo gordiano de nuestra vida. La sociedad heterosexista nos provoca una existencia frustrada y de permanente envidia por sus privilegios. Andamos de acá para allá deseando encontrar respuestas, sin advertir, que están en nuestro fuero interno gritándonos: "tu verdad, está dentro de ti, tómala y defiéndela".
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