Aunque la educación que se recibe desde pequeño cubre los ámbitos más insospechados, desde la gramática a la trigonometría, no se enseña ningún tipo de educación sobre cómo expresar adecuadamente los sentimientos sin herir a otros o cómo comunicarse de modo afectivo. Esto, sin embargo, es también aprendible, y tiene una importancia extrema en el ajuste y desarrollo de una persona.