Ellos son VIH positivo y están cansados de los prejuicios de la sociedad. Por eso crearon una campaña en la que se sacaron sangre y la pusieron en afiches y carteles que iban a ser expuestos en las calles. Obviamente estos carteles eran completamente inofensivos pero llamaban la atención de las personas. La idea era acabar con los prejuicios hacia las personas que son portadoras de este virus e informar a la población