El vacío es un tesoro codiciado
cuando ya todo es hastío de tener,
ansiedad por conseguir
y dolor de haber perdido.
Es un lecho muy tranquilo para insomnes,
sueño que no sueña nada;
un silencio que nada silencia, ni se guarda.
No es el reverso del ruido
ni es el hueco de una ausencia;
es un consuelo esperado y un descanso merecido,
la nada feliz de un todo desgraciado.
.
Leopoldo Alas
.