I
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Estoy negro de amor,
ni ruiseñor ni muchacho,
todo entero como una flor
deseando sin deseo.
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Me he levantado entre las violetas
mientras aclaraba
cantando un canto olvidado
en la noche serena.
.Me dije: «¡Narciso!»,
y un espíritu
con mi rostro
oscurecía la hierba
al claro de sus rizos.
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II
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Yo soy una violeta y un aliso,
lo oscuro y lo pálido en la carne.
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Espío con mi ojo alegre
el aliso de mi pecho amargo
y de mis rizos que brillan negligentes
en el sol de la orilla.
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Yo soy una violeta y un aliso,
el negro y el rosa en la carne.
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Y miro la violeta que resplandece
grave y tierna en el claro
de mi cara de terciopelo
bajo la sombra de una morera.
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Yo soy una violeta y un aliso,
lo seco y lo mórbido en la carne.
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La violeta retuerce su luz
sobre los flancos duros del aliso,
y se reflejan en el humo azul
del agua de mi corazón avaro.
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Yo soy una violeta y un aliso,
lo frío y lo tibio en la carne.
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Pier Paolo Pasolini
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De "La mejor juventud" 1941-1953
