El pasado 8 de Abril tuve la
oportunidad de ofrecer mi testimonio en el IES Duque de Rivas y compartir en su
espacio “Desayunos por la Diversidad” mi experiencia como persona intersexual.
Estoy profundamente agradecida a
Joaquín, impulsor de la actividad, y a la asociación de madres y padres del
centro, así como también a las docentes que mostraron interés por mi relato y
asistieron a dicha jornada.
Considero imprescindible, ya no
necesario, que existan en los centros educativos lugares de encuentro para
abrir la mirada del alumnado a realidades no normativas, como siguen siendo las
experimentadas por el colectivo LGTBI+. Sólo facilitando la información sobre
cuestiones de diversidad sexoafectiva y de género conseguiremos hacer visible
lo invisible, pues de lo que no se habla no existe. Pero, también es cierto,
que para hablar, necesitas oyentes que quieran escucharte.
Por ello, me siento en deuda con
este centro por haberme prestado sus oídos para conocer mi historia. Una de las
partes más difíciles de mi recorrido vital fue la adolescencia, por lo que ha
sido un auténtico privilegio y un trance casi terapéutico volver al aula de un instituto presentándome
tal cuál soy y poder conversar con chavales que podrían sentir lo que yo a su
edad, de una manera tan conciliadora.
Espero que mi paso por el IES
Duque de Rivas haya ayudado a visibilizar la realidad del colectivo Intersexual
y también, haya contribuido a debilitar los argumentos biologicistas que sustentan
el muro de la intolerancia.
Gracias, de corazón.